El cuerpo humano no sólo digiere los alimentos, lo que vale lo utiliza, ya sea para obtener energía, para crear estructuras y/o mantenerlas. Lo que sobra se convierte en residuos (heces, orina, sudor, …).
Pero no sólo digerimos alimentos, también tenemos que digerir experiencias de la vida diaria, pensamientos que vamos teniendo, encuentros con otras personas, etc. Esa digestión también genera una dualidad, hay cosas que nos nutren, nos hacen bien, pero hay otras que hay que eliminar, ya que al igual los alimentos que no digerimos bien o abusamos de ellos, nos pueden crear problemas (obesidad, mal función de órganos cuando se acumulan sustancias nocivas, …).
Sensación (“me tocas el codo”)
Sentimiento (me molesta, me genera inquietud)
Intelectualización (“siempre haces algo que me molesta”)
La intelectualización, que suele ser excesiva y generalmente
negativa, hace que la relación sensación-sentimiento se convierta en muchas
ocasiones en creencias o generalizaciones y/o incluso en losas que cargamos a
nuestras espaldas.
Cómo se realiza y que puede hacer la persona que va a
recibir la sesión:
Le pedimos que, en cierto modo, adopte la actitud de alguien
que va a ver una película, ya que se le pueden presentar imágenes, sensaciones
corporales, recuerdos, olores (esto es algo personal para cada uno); pero no
hay que centrarse en lo que viene a cada momento (¡la película sigue, y si te
quedas dándole vueltas a algo, …. te puedes perder lo siguiente!). Y si te
quedas en algo, tampoco pasa nada, puede ser algo muy relevante para la persona
en ese momento.
Las manos del terapeuta estarán en todo momento en contacto
con la persona. El terapeuta en silencio, estará en un estado de presencia
absoluta, escuchando, sosteniendo, protegiendo al paciente. Esa presencia, esa
entrega, hará que la “digestión” se realice por parte del cliente.
La sesión suele durar unos 40 minutos aproximadamente.
Una vez terminada la sesión, se conversará sobre los
ocurrido, se informará de que el trabajo iniciado puede seguir en las próximas
jornadas y que si surge alguna incomodidad hay que tomarla desde la idea de que
el trabajo se ha iniciado y sigue.
Lo que salga en esta
sesión es siempre bueno y va en el camino de beneficiar a la persona. Es
importante que no intelectualice demasiado lo ocurrido, que se quede con las
sensaciones.
También decir que la mayor parte de las veces, una sesión de
este tipo es muy gozosa, fuente de felicidad y relajación.
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